Iberdrola coloca bonos verdes por 1.500 millones ante el alto apetito de los inversores

Iberdrola ha cerrado una gran emisión de bonos verdes por un importe total de 1.500 millones de euros en dos tramos, en la primera operación en los mercados de la energética después de que la pasada semana actualizara su plan estratégico, que contempla inversiones por 47.000 millones de euros hasta 2025.

En concreto, la colocación ha contado con dos tramos, de 750 millones de euros cada uno y respectivos plazos de 6 y 10 años, incrementando el importe previsto, que inicialmente era de unos 1.000 millones, por la elevada demanda recibida.

El primer tramo, con vencimiento el 22 de noviembre de 2028, ha tenido un cupón del 3,125% anual, habiéndose fijado el precio de emisión en el 99,860% de su valor nominal.

Por su parte, el segundo tramo de los bonos vence el 22 de noviembre de 2032, con un cupón del 3,375% anual, habiéndose fijado el precio de emisión en el 99,524% de su valor nominal.

La demanda ha superado los 5.300 millones de euros, multiplicando por más de tres el importe finalmente colocado, con más de 230 inversores internacionales -de los cuales 158 han participado en el tramo a seis años y 178 en el tramo a diez años (participando muchos en ambos tramos simultáneamente)-, informó la compañía, que destacó el «fuerte apoyo y confianza de los inversores tras la presentación de su plan estratégico la semana pasada». Los inversores pertenecían en su inmensa mayoría a distintos países europeos, así como al Reino Unido.

El tramo a seis años ha recibido una demanda de 2.500 millones de euros, mientras que para el de vencimiento a diez años el apetito de los inversores se ha ido hasta los 2.800 millones de euros. Los márgenes de crédito se han fijado en niveles muy estrechos, de 40 y 63 puntos básicos sobre las correspondientes referencias ‘midswap’ para cada plazo, lo que ha permitido fijar esos cupones del 3,125% y el 3,375%, respectivamente.

Los bonos verdes suelen generar una mayor demanda y un menor coste, dado que al interés de los inversores habituales se añade el de los inversores socialmente responsables.

Una mayoría de la operación se ha colocado entre inversores ESG, por lo que Iberdrola continúa diversificando su base inversora y ampliando la demanda, lo que mejora la ejecución de estas operaciones en momentos difíciles de mercado.

Los fondos obtenidos se destinarán a Activos Elegibles Verdes, tal y como se definen estos en el Marco de Financiación Verde de la energética presidida por Ignacio Sánchez Galán.

En la colocación han participado diez bancos internacionales de primer nivel, JP Morgan (coordinador), CaixaBank, Citi, Commerzbank, Crédit Agricole, Deutsche Bank, Morgan Stanley, MUFG, Natwest y Royal Bank of Canada, en un contexto de mercado menos volátil tras la publicación de los últimos datos de inflación en Estados Unidos, aunque aún complejo, en el contexto de unas políticas monetarias aún pendientes de definir por completo.

Con esta operación, Iberdrola refuerza todavía más su posición de liquidez, a unas excelentes condiciones y en un buen momento de mercado, tras el cambio de tendencia iniciado en los tipos de interés después de los datos de inflación de Estados Unidos la semana pasada. FINANCIACIÓN SOSTENIBLE.

Con esta nueva emisión, la compañía continúa afianzando su liderazgo en financiación sostenible, con más de 46.000 millones de euros de volumen en operaciones vivas, de los cuales cerca de 17.500 millones de euros son bonos verdes.

El grupo anunció la semana pasada su plan estratégico para 2023-2025, con el que pretende avanzar en su crecimiento mundial con unas inversiones de 47.000 millones de euros durante el periodo 2023-2025 para impulsar la transición energética, el empleo y las emisiones netas nulas. Por áreas de negocio, Iberdrola destinará 27.000 millones de euros a redes y 17.000 millones de euros al área de renovables. Las nuevas inversiones previstas para los próximos tres años permiten a la compañía aspirar a un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de entre los 16.500-17.000 millones de euros para 2025, lo que supone un crecimiento medio anual entre el 8% y el 9%.

Además, prevé que el beneficio neto aumente hasta una horquilla entre los 5.200 y los 5.400 millones de euros en 2025, lo que supone un crecimiento medio anual de entre el 8% y el 10%.