Seis de cada diez no separan la basura y ya se hicieron más de 5 mil multas en la Ciudad de Buenos Aires

En la calle. Las bolsas, rotas y desparramadas en Caballito. (foto de Fernando De la Orden
 En la calle. Las bolsas, rotas y desparramadas en Caballito. (foto de Fernando De la Orden

Uno de los principales desafíos que tiene Buenos Aires a futuro es lograr reducir la cantidad de basura que envía al relleno sanitario de la CEAMSE. En este sentido, la separación de residuos en origen, que permite recuperar los materiales reciclables, es la principal necesidad. Pero aunque ya es obligatorio que todos los hogares y comercios separen los residuos secos de los húmedos, todavía falta un largo camino: el 58% de los edificios y comercios porteños aún no lo hacen.

Los datos surgen de un informe de la Gerencia Operativa de Control de Higiene Urbana. Desde octubre pasado hicieron 8.494 inspecciones en 5.498 establecimientos (repitieron algunos). En total, labraron 5.106 actas de infracción. En todos los casos primeros se labró una notificación con 15 días de plazo para que el edificio o el comercio corrigiera su comportamiento, y en caso de que no lo hicieran les labraron multas: las sanciones arrancan en los $ 1.900 para los edificios y en $ 3.710 para los comercios.

Un caso muy significativo se dio en Las Cañitas, donde la Ciudad hizo una prueba piloto. Allí, durante setiembre hicieron 125 inspecciones en 76 edificios y comercios, a los que les labraron 97 actas, de las cuales el 66% fueron por no separar en origen (el resto, por sacar la basura fuera de horario).

Este trabajo focalizado se hizo en el sector delimitado por la calle Zabala y las avenidas Luis María Campos, Cabildo y Dorrego. Gastón Lauglé, Gerente Operativo de Control de Higiene Urbana, explicó: «Elegimos esa zona porque ya cuenta con las campanas verdes para volcar los residuos secos y la cooperativa de recuperadores urbanos Madreselva viene trabajando bien. Además, antes de hacer las inspecciones pusimos equipos de promotoras que recorrieron los establecimientos informando cómo separar en origen. Aún así encontramos muchos incumplimientos. Los comercios tienden a respetarlo más, están más acostumbrados a cumplir reglas. Pero para los consorcios da la sensación que la separación en origen todavía fuera una cuestión voluntaria».

Desde setiembre del año pasado hasta hoy ya fueron colocadas 2.224 campanas verdes, en las Comunas 2, 6, 8, 9, 13 y 14. En el Ministerio de Ambiente y Espacio Público informaron que el total de recipientes será de 7.188, y que para mayo del año entrante el 100% de la Ciudad estará cubierta. Sin embargo, en muchos de los edificios donde estas campanas ya están sigue faltando un paso previo: un espacio donde el encargado pueda acopiar los dos tipos de basura diferenciada, para luego entregársela a los cartoneros de las cooperativas. En mucho otros, la gente directamente sigue tirando todo en la misma bolsa.

Por ahora, las inspecciones se focalizan más en los grandes generadores, como los restoranes, shoppings, hoteles y edificios con más de 40 unidades funcionales. Son unos 4.800, de los cuales unos 600 son edificios de viviendas. «Ya revisamos a un 60% y para el año que viene habremos visitado a todos al menos una vez», adelantó Lauglé.

La obligatoriedad de separar la basura en origen ya estaba prevista en la ley Basura Cero, reglamentada en 2007. Sin embargo, cobró vigencia este año, con la resolución N° 1.444 de Espacio Público. La intención es que la Ciudad vaya reduciendo progresivamente la cantidad de desechos que envía al relleno sanitario que la CEAMSE posee en José León Suárez. En el Gobierno porteño aseguran que ya se logró bajar de 6.000 a 3.000 toneladas diarias, en parte por el trabajo que ya se viene haciendo de reciclado pero sobre todo porque se eliminó el envío de escombros, que ahora se procesan en la planta de Varela al 2.500, en Villa Soldati.

La ley de Basura Cero estableció metas de reducción de envío de residuos, tomando como base la cantidad que se mandó en 2004, que fueron unas 4.000 toneladas diarias. Para 2012 había que llegar a las 2.000, lo que estuvo lejos de cumplirse. Para 2017 deberían ser 1.000, lo que también parece muy difícil aunque se están en marcha. Habrá que ver si se logra llegar a 2020 sin enviar ni un sólo material reciclable al relleno sanitario, el último objetivo que marca la normativa.

Otro de los eternos problemas de la basura en la ciudad es que la gente sigue sacando las bolsas fuera de horario. Incluso para dejarlas en los contenedores hay que hacerlo entre las 20 y las 21, según marca la ley. En el último año el Gobierno porteño hizo 8.117 inspecciones, en las cuales el 60% de los edificios y comercios sacaban las bolsas cuando no correspondía. Por eso labró 5.134 actas, y además clausuró por reincidentes a 14 comercios, entre locales de comida rápida, supermercados, restoranes, entre otros establecimientos.