Plásticos, vertederos y otras claves de la nueva ley de residuos en España

La nueva normativa adapta con retraso la directiva europea sobre residuos y plásticos de un solo uso con el ánimo de alcanzar las metas fijadas en Bruselas. POR CRISTINA CRESPO GARAY NatGeo

Botellas de plástico llenan la fuente de Cibeles en Madrid durante una exposición que llama la atención sobre el impacto medioambiental de los plásticos desechables.

Aunque nuestro país aún se encuentra retrasado respecto a las exigencias europeas en materia de residuos, paso a paso España se encamina a cumplir los tres básicos de la sostenibilidad: reducir, reutilizar y reciclar. Este mes, el Congreso de los Diputados ha dado el visto bueno definitivo a la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados que estaba en proceso de aprobación.

Hace dos años, con el objetivo de atajar la grave crisis medioambiental que ha generado, la Eurocámara dio un paso al frente para terminar con la contaminación por plástico pidiendo que, a partir de 2021, la venta de diversos productos de usar y tirar quedase prohibida. Sin embargo, hasta ahora España no había aprobado la ley de residuos que contempla esta medida.

FOTOGRAFÍA DE RANDY OLSON, NATIONAL GEOGRAPHIC

Así, nuestro país adopta ahora las normativas impuestas por Europa en materia de gestión y reducción del plástico, a pesar de que España, debido a un tratamiento de los residuos deficiente, ya estaba en el punto de mira de Bruselas.

Entre los objetivos marcados para 2020, todos los países miembro debían prohibir determinados productos de plástico de un solo uso y reciclar un 50 por ciento de sus residuos, cifra que aumenta hasta el 60 por ciento para 2030 y el 65 por ciento en 2035. Pero, según datos de Eurostat, España se quedó en un 36 por ciento.

Con la entrada en vigor de la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados, se pondrán en marcha dos impuestos verdes: por un lado, sobre los plásticos de un solo uso y, por otro, gravará los residuos depositados en vertederos. El objetivo es reducir en nuestro país un 15 por ciento la generación de residuos en 2030 respecto a los niveles de 2010.

Veto a los plásticos de un solo uso

En España “se venden 50 millones de envases de bebidas cada día, de las cuales 35 millones no se reciclan», afirma Julio Barea, responsable de la campaña de residuos de Greenpeace. Según esta organización, España es el cuarto país de la Unión Europea con mayor demanda de plásticos.

Sobre la prohibición de varios plásticos de un solo uso, a partir de la entrada en vigor de la ley no se podrán comercializar bastoncillos de algodón que contengan plástico, cubiertos y platos de un solo uso, pajitas o recipientes para bebidas hechos de poliestireno expandido. La normativa también prohíbe los microplásticos en cosméticos o productos de limpieza.

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Microplásticos

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Además de los incluidos entre los prohibidos, otros residuos de plástico también deberán ser reducidos, como los vasos o los recipientes para alimentos destinados a consumo inmediato. El objetivo marca una disminución del 50 por ciento en el 2026 y del 70 por ciento en el 2030 respecto a las cifras del 2022.

Además, los fabricantes estarán obligados a poner un identificativo en los productos que contengan plásticos con mayor impacto ambiental, como toallitas húmedas o compresas, para que el propio envase indique su utilización correcta. 

Con ese mismo objetivo de reducir los plásticos de un solo uso y reducir los residuos, el texto también plantea la obligación de que se ofrezca agua gratis en los bares y restaurantes.

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“En los establecimientos del sector de la hostelería y restauración se tendrá que ofrecer siempre a los consumidores, clientes o usuarios de sus servicios, la posibilidad de consumo de agua no envasada de manera gratuita”, cita el texto. Además, las administraciones deben instalación de fuentes públicas para fomentar el consumo de agua no embotellada.

¿Adiós a los envases y a las colillas?

En esta línea, la normativa también impulsa la venta a granel en los supermercados obligando a los supermercados de más de 400 metros a dedicar, antes de que acabe 2023, al menos el 20 por ciento de su establecimiento a la venta de productos sin plástico. Como novedad, también introducen la obligación de que aquellos lugares que vendan alimentos y bebidas deberán aceptar el uso de recipientes reutilizables.

La nueva ley también permitirá a los ayuntamientos que prohíban fumar en las playas para evitar las millones de colillas que acaban en el océano cada año. “Los ayuntamientos podrán regular las limitaciones de fumar y de liberar de forma intencionada globos en las playas, que se podrán sancionar en las ordenanzas municipales con arreglo al régimen de infracciones y sanciones de la presente ley”.


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Enmarcado en la recogida de residuos y también por orden de Bruselas, la nueva ley establece además que, a partir de julio de 2023, todos los ayuntamientos de más de 5000 habitantes deberán contar con sistemas de recogida de basura orgánica, además de los contenedores que ya existen, y será obligatorio también que todos los ayuntamientos tengan recogida de residuos textiles y aceite antes del 2025.

Incinerar desechos o dejarlos en vertederos

Otro de los puntos más importantes de la ley grava el depósito de desechos en vertederos y la incineración. Además modifica la Ley de Aguas para poder recuperar el canon hidroeléctrico que deberán pagar las compañías eléctricas.

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“En España, el 50 por ciento de los envases de plástico acaba en vertederos”, afirma Barea. La Comisión Europea ya recomendó en un informe de 2018 que España pusiera en marcha un sistema que grave el vertido de residuos y su incineración, debido a que el 50 por ciento de los desechos municipales de nuestro país acaba hoy en día en el vertedero sin poder ser reciclado o reutilizado.

¿Se implementará el sistema de retorno de envases?

A raíz del debate sobre el reciclaje de los plásticos está sobre la mesa, sale nuevamente a la luz el modelo que siguen otros países europeos con gran éxito: el sistema de retorno de envases. “Es tan sencillo como devolver el casco, lo que hacíamos hasta hace bien poco”, afirma Ana Gutiérrez, portavoz de la plataforma Retorna que lleva más de una década impulsando este sistema en España.

“Países como Alemania, Dinamarca, Noruega ya lo tienen instaurado y otros países como Portugal lo están instaurando”. Con este sistema, según la experta, garantizamos que todas las latas, botellas e incluso los bricks se reutilizan o se reciclan. “Se consiguen unos índices de reciclaje y reutilización de un 95 por ciento».

Los detractores de este sistema apuntan al coste que supone ese depósito en el precio de los productos. Sin embargo, Gutiérrez explica que “no hay aumento de precio, es un depósito que recuperamos, como el carro del supermercado”. Es decir, “convierte lo que ahora vemos como un residuo en un material, en un producto”.

Esta nueva ley abre la puerta a que se implante este sistema si para el año 2023 no se ha llegado a una tasa del 70 por ciento de botellas recicladas y el 85 por ciento para 2027. Si estos objetivos no se cumplen, la norma podría implantar el sistema de depósito devolución y retorno en todo el territorio en el plazo de dos años.