Las bacterias que aceleran la producción de bioplásticos

La startup VEnvirotech ha desarrollado con microorganismos un proceso que permite generar estos materiales degradables en grandes volúmenes

En un momento donde el usar y tirar está a la orden del día y la mayor factura la pagamos con un plástico que puede tardar quinientos años en degradarse, soluciones que reduzcan este impacto ambiental son altamente valoradas. En esta línea, VEnvirotech es una startup catalana de biotecnología que usa bacterias para obtener plástico biodegradable. Su germen fue la tesis redactada por Patricia Aymà, una de los tres socios de esta empresa emergente, y un programa de emprendimiento, que fue el lugar de encuentro.

Noelia Márquez Alfaya, CEO de VEnvirotech, aclara que «cuando comemos de más, los seres humanos acumulamos grasas que utilizamos para los periodos de hambruna, como reserva energética. De un modo similar, hay varias especies de bacterias que lo que acumulan es bioplástico.

Nosotros lo que hacemos es seleccionar bacterias que sean capaces de comerse el residuo que queremos y hacer que cada vez acumulen en su interior más bioplástico». Todo el proceso lo hacen en 24 horas. «Tenemos dos cultivos bacterianos; uno es el que se come el residuo y genera el alimento para un segundo cultivo bacteriano, que se come este alimento y es el que produce el bioplástico», apunta Márquez.

Noelia Márquez, Jordi Margatit y Patricia Aymà, los tres socios de VEnvirotech

Las bacterias pueden llegar a cultivar hasta un 90% de su peso en bioplástico, pero como VEnvirotech realiza estos procesos únicamente con residuo orgánico, sin ningún aporte nutricional más, logran una media de generación de plástico del 40% o 50%, aunque tienen experimentos en los que que consiguieron un 68% de acumulación. Apostaron por un modelo de negocio que contemplara a la vez la economía circular y la rentabilidad. Hicieron una primera planta piloto y demostraron que el proceso funcionaba a escala industrial. Y han hecho otros pilotos con Nestlé o con Calidad Pascual.

Márquez confiesa que el mayor reto fue convencer a los inversores que algo que no se estaba haciendo, o no se estaba desarrollando de la manera que ellos lo abordan, se podía realizar. Y ahora el desafío es escalar el proyecto y llegar a mover toneladas de residuos. 

A diferencia de los microplásticos, el bioplástico PHA que se genera en sus trabajos con bacterias es rápidamente biodegradable. Es un proceso controlable, que puede reducirse a solo seis meses, y en el que se transforma en alimentos para otros organismos.

Hay dos líneas de empresas que contactan con la startup: los que quieren que sus residuos orgánicos se gestionen de forma responsable, ,y otros que lo que desean es plástico biodegradable. «De media rebajamos los costes de gestión de residuos un 40%», explica la CEO de VEnvirotech. Los usos de ese bioplástico son numerosos y variados: desde el mundo médico, ‘pharma’ (en forma de apósitos y suturas), para impresores 3D…el abanico es muy amplio.

El objetivo de esta startup es crear un bioplástico con el máximo valor añadido e intentar posicionarse en el sector de cosmético y sanitario. Este verano cerraron una ronda de financiación de 11 millones y medio de euros. Crear red en la Península con su bioplástico y hacerlo accesible son sus proyecciones de futuro.