EL SECTOR ALIMENTARIO APUESTA POR LA VALORIZACIÓN DE SUS RESIDUOS PARA PRODUCIR ENERGÍAS RENOVABLES

El proyecto europeo Biogas3 promueve el aprovechamiento de los residuos agroalimentarios en instalaciones a pequeña escala para mejorar el autoconsumo y la eficiencia energética.

La industria alimentaria lleva varios años apostando por la puesta en marcha de programas de energía inteligente en áreas como son las energías renovables, el transporte y el consumo. En esta línea, ha nacido Biogas3, un nuevo proyecto que aprovecha los residuos agroalimentarios para la producción de energía renovable en instalaciones a pequeña escala para mejorar el autoconsumo energético y favorecer un importante ahorro económico en la producción y gestión de la energía.

Cofinanciado por la Comisión Europea dentro de la convocatoria Intelligent Energy Europe (IEE-13-477), Biogas3 comenzó su andadura el pasado 1 de marzo y representa una nueva fórmula de obtención de energía renovable a partir de la generación de gases producidos mediante materiales biodegradables y que generan una mínima huella de carbono, un proceso conocido como digestión anaerobia. La intención ahora es que los beneficios de este proyecto calen en las políticas energéticas de los Estados miembros de la UE con el fin de que se conciencien de las ventajas de utilizar estos modelos de producción energética y adquieran un firme compromiso con el uso de esta tecnología.

Ls ventajas del proyecto Biogas3 para las empresas alimentarias son múltiples, puesto que abre las puertas a modelos de negocio colaborativos que dan lugar a proyectos exitosos, ofrece apoyo en la toma de decisiones de inversión, al tiempo que pone a disposición de los expertos una herramienta informática (smallBIOGAS) que les permite evaluar la visibilidad técnica, económica y ambiental de la instalación de plantas de producción de biogás a pequeña escala.

En nuestro país, ha apostado por este nuevo proyecto AINIA, centro tecnológico especializado en el sector agroalimentario, que impulsa la colaboración transversal entre diferentes países europeos a través de las principales asociaciones de la industria agroalimentaria: Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), en representación de España; ACTIA, de Francia, y Tecnoalimenti, de Italia.

Además, se trabaja también con centros de investigación y Universidades dedicados a la bioenergía en la industria agroalimentaria y especialistas en energías renovables, como son RENAC (Renewables Academy), de Alemania; JTI (Swedish Institute of Agricultural and Enviromental engineering), de Suecia; IrBEA (Irish Biogas Association), de Irlanda; FUNDEKO, de Polonia; IFIP (Institut du porc), de Francia, y Universidad de Torino, de Italia.

Todo ello para poder recopilar información valiosa para que expertos nacionales e internacionales sean capaces de  impulsar más y mejores normativas que defiendan el uso de esta energía renovable.

La reunión de lanzamiento del proyecto Biogas3 se celebró los pasados 3 y 4 de abril en las instalaciones de AINIA (Valencia) y congregó a todos los participantes del proyecto.

Foto portada:
sporkist en Flickr (cc)