El robot traga residuos que produce biogás y compost en casa

Contenedores de reciclaje, vidrio, cartón, plástico, basura

Contenedores de reciclaje, vidrio, cartón, plástico, basura
Eva M. Rull .  Madrid.

Estos días se celebra en Europa la semana de la prevención de residuos. Una cita que sirve para concienciar de la necesidad de reducir el volumen de residuos que producimos y de valorizar y dar una segunda vida a aquellos que son inevitables. Actualmente se producen en Europa unos 500 kg al año por habitante, mientras que la producción y el consumo representa casi el 50 por ciento de las emisiones. Conseguir reducir el volumen de residuos es tan simple a veces como recuperar costumbres que están entrando en desuso, por ejemplo usar bolsas reutilizables, beber agua del grifo, adquirir alimentos sin embalaje o reciclar los productos sobrantes, entre otras. Las acciones emprendidas durante esta semana responden a las llamadas tres erres: reducir los residuos, reutilizar los productos y promover el reciclaje de los materiales.

El «come-basura»

La Comisión Europea ha elegido al «Robot no Waste» como un proyecto ejemplo de buenas prácticas en la categoría de residuos. De hecho, esta semana entre en su fase final esta idea surgida en el seno del Instituto de Investigación, Desarrollo y Experimentación del Medio Ambiente y el Territorio de Sicilia (Irssat). El organismo ha patentado un electrodoméstico para convertir la basura del hogar en biogás y compost. Las familias pueden introducir en él sus residuos biodegradables y la máquina les transforma en precompost que la empresa de recogida retira cada 10- 15 días. El robot tiene una capacidad de tratar unos 500-600 gramos de basura cada vez y posibilidad de almacena hasta ocho kilos.

El aparato, que ocupa la mitad que un lavavajillas, se ha instalado en 75 casas familiares (de unas tres personas) de tres localidades de la isla, concretamente en Gaggi, Melilli y Castelmola. Ahora, en esta fase final, se va a proceder a la instalación de otros 100 electrodomésticos a otros tantos nuevos hogares. A las familias se les ha dado también un tipo de bolsa contenedoras especial biodegradable para recoger el precompost, que se trata posteriormente en una planta y se vende como fertilizante natural. «Esta semana damos un paso importante para verificar la aplicación de este sistema de gestión a gran escala. Durante todo el proceso se ha tomado nota de las valoraciones de los vecinos, que han dado lugar a mejoras en el aparato, con nuevos materiales y un modernonsistema de drenaje del líquido. También se ha cambiado el display de uso y se ha variado la velocidad de tratamiento. Al principio los participantes eran voluntarios. Ahora los ayuntamientos realizan sorteos entre los vecinos», explica Giuseppe Lo Bianco, director del Instituto

Los beneficios de esta práctica son distintos. Por un lado, el volumen de basura a retirar desciende hasta un 70 por ciento y podría llegar a reducir hasta un 65 por ciento los costes de recogida y transporte (que si se instala definitivamente como forma de recogida podría aplicarse a las facturas de las familias). Por otro lado elimina un 30-35 por ciento del total de residuos que terminan en los vertederos. Además, el Irssat ha calculado que si el sistema se instalase en una ayuntamiento de entre 10.000 o 15.000 personas, la valorización energética del biogás podría originar entre 70-100.000 euros al año de beneficio. El director del Instituto afirma que en diciembre se podrán fin a un proyecto en el que han trabajado durante cinco años y cuya expansión a partir de ahora depende de nueva financiación.

Raíles para AVE de plástico

Si los restos orgánicos son un problema, otro tanto son los plásticos. Según datos del Smithsonian cada minuto en el mundo se usan un millón de bolsas y se necesitan 1.000 años para que se degraden en la naturaleza. En esto debió pensar Giovanni De lisi, el joven fundador de la start up Greenrail. Su propuesta consiste en reutilizar hasta 5.000 toneladas de neumáticos usados y otros tantos de plástico para producir cien kilómetros de vía de tren «eco». Las traviesas de plástico ya existen en el mercado pero «el 70 por ciento de lo que se comercializa está hecho en hormigón. Al año se construyen unos 70 millones de traviesas por motivos de mantenimiento. Eso significa unos 4.000 millones de euros», explica De Lisi. De los 70 millones, sólo un 30 por ciento se construyen usando madera, como antiguamente, y otros materiales, entre ellos el plástico. Además, hay otro problema añadido con las soluciones plásticas que se utilizan hoy, y es que no son aptas para el paso de trenes a más de 80 km/h. Su prototipo, que han patentado, acaba de obtener un premio para jóvenes emprendedores lo que les está abriendo las puertas a los mercados asiáticos y del Golfo Pérsico, aquellos que concentran las inversiones de tren de alta velocidad.

Las traviesas se construyen con un corazón de hormigón, recubierto por este material de plásticos reciclado y consigue un 50 por ciento de ahorro en el mantenimiento posterior, además de contar con una vida útil de 50 años. Proponen cuatro tipos de estructuras que se adaptan a velocidades de entre 190 km/h y 250 km/h. Y aparte produce electricidad al paso de los trenes, gracias a la incorporación de materiales piezoeléctricos, con lo que un km de línea podría producir hasta 120kWh. La compresión que sufre el binario cuando pasa el tren se transforma en energía eléctrica que va a parar a un acumulador conectado a la red eléctrica. «Se puede montar en sustitución de cualquier tipo de línea ferroviaria, desde el sistema metropolitano a la alta velocidad. Hicimos los cálculos para el metro de Madrid. Si se instalara sólo un kilómetro de nuestra línea y teniendo en cuenta que la media de paso de trenes es de 30 a la hora, se podrían generar entre 700 y 800.000 kWh anuales, suficiente para alimentar 800 viviendas.

El proceso de producción se basa en el mismo sistema de fabricación de traviesas de hormigón pero con el añadido de un par de pasos posteriores para la incorporación de este cubierta de plástico y con una ventaja, un ahorro en el precio de venta del 15 por ciento.

Moverse con desechos

La imagen que cubre los nuevos autobuses de la ciudad de Bristol no deja lugar a las dudas ni, por supuesto, a la imaginación. Los residuos orgánicos, transformadas convenientemente, llenan el tanque y alimentan el sistema de propulsión de este autobús durante 300 km (de hecho cubre la ruta entre Bristol y Bath), produciendo un 30 por ciento menos emisiones que cualquiera de sus compañeros diésel. Acaba de comenzar su servicio y se espera que transporte unos 10.000 pasajeros al mes.

El súper sin bolsas: vuelve la compra a granel

Dos amigas y emprendedoras han inaugurado recientemente en Berlín (Alemania a) un supermercado que recupera las ventas a granel. Original Univerpackt rechaza envases, bolsa, envoltorios de cualquier tipo y exige que quien salga de casa para hacer la compra vaya armado de recipientes y recicle los contenedores que tiene en casa. Todo se vende a granel, desde el vino y la leche, a las especias o la pasta, el muesli o la miel. también los productos de aseo personal se vende así, por ejemplo la pasta de dientes viene en tabletas.

El sistema elegido para financiar la idea también es de lo más colaborativa puesto que se ha hecho por aportaciones personales y en tan sólo 40 días consiguieron un total de 115.000 euros. La idea ha tenido tan buena acogida que quieren empezar a abrir nuevos centros bajo el modelo de franquicia y su objetivo final es concienciar a la gente en el correcto uso de material, ya que sólo en el país germano se producen de media unas 16 millones de toneladas de basuras al año, mientras que tres cuartas partes de la basura que termina en los océanos la componen las bolsas de plástico y los envases.

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