29 de octubre de 2014

Cemento, Hormigón y economía circular

Algunos de los elementos clave de esta comunicación de “economía circular” son:

Antes de 2030, deberá incrementarse hasta el 70% en peso la preparación para la reutilización y el reciclado de residuos municipales.
Antes de fin de 2030, deberá aumentarse como mínimo hasta el 80% en peso la preparación para la reutilización y el reciclado de todos los residuos de envases.
Se prohíbe arrojar residuos reciclables en vertedero a partir del 1 de enero de 2025 (incluyendo plásticos, papel, metales, vidrio y residuos orgánicos— la tasa máxima de vertido permitida a partir del 1 de enero del 2025 será del 25% del total de residuo generado el año anterior y del 5% desde el 1 de enero de 2030.

La industria del cemento y el hormigón, es un buen ejemplo de aplicación de los principios de la economía circular:

Las materias primas utilizadas para la producción del cemento y el hormigón, principalmente la caliza y los áridos, están disponibles de forma abundante en la naturaleza.
En la fabricación del clínker, la industria cementera utiliza residuos no reciclables como combustibles, en lugar de combustibles fósiles. Al mismo tiempo, el contenido mineral del residuo se recicla como materia prima. A esta combinación de recuperación energética y material, la denominamos coprocesado.
El reciclado material también se produce en la producción de cemento. Aquí sustituimos parte del clínker con subproductos de otras industrias. Un ejemplo son las cenizas volantes procedentes de la combustión del carbón.
En la producción del hormigón también tiene lugar el reciclado material gracias al uso de áridos reciclados.
El hormigón no solo es un material de construcción duradero también es un material de construcción reciclable al 100%. Al final de su vida útil, el hormigón puede ser reciclado ya sea como árido reciclado en el hormigón o en otras aplicaciones (como base de una carretera por ejemplo).

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