Cada europea tira a la basura un kg y medio de residuos electrónicos

Cada europeo tira al tacho de la basura casi un kilo y medio de residuos electrónicos al año. Con motivo del Día Internacional de los Residuos Electrónicos el próximo 14 de octubre, el WEEE Forum centra su mensaje en la importancia de deshacerse correctamente de los viejos aparatos para evitar su impacto ambiental y recuperar sus recursos. Fuente ResiduoProfesional

Un reciente estudio muestra que cada ciudadano europeo se deshace de hasta 1,4 kg de aparatos electrónicos viejos o rotos en los contenedores de residuos mixtos. Para un hogar estándar, esto supone cerca de 4 kg al año. La situación no es mucho mejor en Estados Unidos, donde se tiran aproximadamente 416.000 teléfonos móviles al día, según la Agencia de Protección Ambiental.

Esto significa que cada año se tiran más de 151 millones de teléfonos en todo el país. Todos estos residuos electrónicos se gestionan después con residuos mixtos y acaban mayoritariamente incinerados o en el vertedero. Se calcula que incluso hasta el 40% de los metales pesados presentes en los vertederos de Estados Unidos proceden de los aparatos electrónicos desechados.

Aún tiramos demasiados residuos electrónicos al cubo de la basura
Residuo electrónico abandonado junto a los contenedores de basura. Foto: RESIDUOS PROFESIONAL

Aparte del enorme impacto medioambiental, esto también supone una verdadera pérdida de recursos que podrían volver a entrar en el ciclo productivo. Por cada millón de teléfonos móviles que se reciclan, se podrían recuperar 16.000 kg de cobre, 350 kg de plata, 24 kg de oro y 14 kg de paladio. Los residuos electrónicos son una verdadera «mina urbana», y en algunos aspectos incluso más rica que la minería tradicional: por ejemplo, hay 100 veces más oro en una tonelada de smartphones que en una tonelada de mineral de oro.

«Son muchos los factores que intervienen para que el sector de la electrónica sea eficiente en el uso de recursos y circular. Pero hay una cosa que destaca: mientras los ciudadanos no devuelvan sus aparatos usados y rotos a los puntos de recogida oficialmente reconocidos, o los vendan, o los donen a organizaciones benéficas, tendremos que seguir extrayendo los materiales, lo que es mucho más perjudicial para el medio ambiente»», afirma Pascal Leroy, director general del WEEE Forum, asociación internacional que agrupa a organizaciones de responsabilidad ampliada del productor de residuos electrónicos de todo el mundo. «Por eso -añade-, el Día Internacional de los Residuos Electrónicos de este año se centrará en la responsabilidad que todos tenemos, como ciudadanos, de contribuir a que la economía sea circular».

Para Magdalena Charytanowicz, responsable de la organización del Día Internacional de los Residuos Electrónicos, que se celebra el próximo 14 de octubre, «junto a la comodidad, la compensación (económica), el cuidado del medio ambiente, la cultura y las normas sociales, la concienciación es uno de los principales factores de motivación para que la gente actúe y devuelva sus artículos electrónicos no utilizados y no funcionales».

Por eso, en la edición de este año «queremos promover la eliminación adecuada de los aparatos electrónicos al final de su vida útil y llegar al mayor número posible de ciudadanos de todo el mundo mediante el fomento de campañas y actividades de concienciación», explica Charytanowicz. «Pueden ser recogidas de residuos electrónicos, charlas en los colegios, campañas en la prensa y en las redes sociales o conferencias que debatan estos temas. Incluso la más pequeña acción que promueva la recogida, reparación, reutilización o reciclaje de residuos electrónicos es bienvenida en el marco del Día Internacional de los Residuos Electrónicos».

El año pasado, más de 120 organizaciones de 50 países de todo el mundo apoyaron las celebraciones. Este año, el WEEE Forum invita a todas las organizaciones implicadas en la gestión eficaz y responsable de los residuos electrónicos a planificar actividades de sensibilización para el 14 de octubre y a unirse a este esfuerzo común remitiendo sus propuestas a la organización.