«Erradicar el plástico es una utopía, pero podemos usarlo de manera responsable»

La investigadora del Conicet, Yamila Vázquez, comentó el trabajo conjunto de Plapiqui y la Fundación Banco de Plásticos.

El sistema de reciclaje de plásticos, tanto en Argentina como a nivel global, resulta claramente insuficiente y deja enormes volúmenes de residuos sin tratamiento adecuado. Así lo advirtió la investigadora del Conicet, Yamila Vázquez, quien trabaja en Bahía Blanca en el área de polímeros del Instituto Planta Piloto de Ingeniería Química (Plapiqui).

«En el mejor de los casos, cuando no se trata, el plástico termina en un basural o relleno sanitario; en el peor, queda distribuido por el ambiente, en ríos, mares, bosques. Genera problemáticas que todos conocemos», dijo la especialista en el programa Nunca es Tarde, de La Brújula 24.

Con el objetivo de promover el reciclado de residuos plásticos y su reutilización en productos de alto valor agregado, a fines de 2024 se firmó un convenio de cooperación científica y tecnológica entre la Plapiqui y la Fundación Banco de Plásticos. La alianza busca fortalecer el enfoque de la economía circular articulando esfuerzos entre la ciencia, la industria y la sociedad.

Esta sinergia permitirá afrontar desafíos clave, como aumentar el reciclado mediante la valorización combinada de residuos y desarrollar tecnologías adaptadas a las necesidades locales.

Vázquez explicó que uno de los principales obstáculos del reciclaje está en la composición de los productos: “No hay un solo tipo de plástico. Hay miles. Y a veces, dentro de un mismo envase, conviven cinco o más. Eso hace muy difícil recuperar un material con buenas propiedades que pueda reutilizarse”. Además, señaló que la cifra oficial de reciclaje —menos del 10% a nivel mundial, 15% en Argentina— probablemente sea aún menor: “Hay muchos residuos plásticos que ni siquiera se contabilizan oficialmente”.

Vázquez sostuvo que la solución debe ser integral y no puede recaer solo en el reciclado mecánico. Habló de alternativas como el reciclado químico, el biológico, o incluso la incineración controlada, aunque advirtió que aún muchas de estas estrategias están en desarrollo y no son factibles a gran escala. “La idea de erradicar el plástico es una utopía. No podemos pensar en una vida sin él. Lo que sí podemos hacer es consumirlo de manera responsable y mejorar su gestión”, aseguró.

La investigadora también se refirió al papel de la ciudadanía y al lento proceso cultural que implica separar residuos: “No es un cambio on-off. Es algo progresivo. Cada uno puede sumar desde su casa: consumir menos por comodidad, clasificar residuos, contagiar buenos hábitos. Hay que dejar de mirar el lado negativo y empezar a hacer, aunque sea de a poco”. En ese marco, destacó el trabajo con la Fundación Banco de Plásticos y la importancia de difundir información clara sobre reciclabilidad.