Análisis: El impacto de la caída récord del petróleo en Latinoamérica

LPO Especialistas en energía analizan el impacto de la caída récord del barril sobre la Argentina, México, Venezuela y Brasil.

Este martes la cumbre de países de la Opec -el cartel que reúne a algunos de los principales países petroleros del mundo- en Viena no llegó a ningún acuerdo para detener al caída del precio del barril, que tocó un nuevo piso y se desplomó hasta los u$s 73. Desde agosto el precio del crudo de desplomó así un 25% de los u$s 95 que cotizaba en agosto.

Este deslizamiento impacta fuerte en los países petroleros de la región y genera efectos contradictorios sobre la economía argentina, aliviándole el déficit energético, pero al mismo tiempo complicando el desarrollo de hidrocarburos no convencionales en la formación Vaca Muerta.

Tal como había adelantado LPO, el lado positivo es que el descenso en el valor del petróleo le permitirá al gobierno pagar menos por las crecientes importaciones de combustible, que se está llevando por año unos 12 mil millones de dólares.

“Para un gobierno cortoplacista como este, la caída en el precio internacional es una bendición”, contó a este medio el ex Secretario de Energía Emilio Apud.

“Esto alivia el estrangulamiento de divisas en el sector externo. Y como la producción en el país sigue cayendo, vamos a tener que importar más, por lo que la baja en el precio nos conviene”, coincidió Jorge Lapeña, otro ex encargado de esa área.

La razón detrás de esta abrupta caída en el valor del crudo está en la menor demanda por parte de China, Estados Unidos y la Unión Europea, en tanto que el mayor exportador mundial, Arabia Saudita, aumentó su producción, generando así una sobreoferta que desplomó el precio.

Sin embargo, la otra cara de la moneda es el desafío que presenta este escenario para el desarrollo de los no convencionales en Vaca Muerta. “Esto complica enormemente los proyectos futuros, que por supuesto van a retrasar el flujo de inversiones, porque muchos no van a ser viables”, sostuvo Lapeña, quien estimó un barril a 100 dólares para que las inversiones en esa área sean rentables.

De ahí que, para el ex funcionario, todo dependerá de si esta caída es circunstancial y dura un período breve, o si es estructural y se prolonga en el tiempo.

Por su parte, Apud planteó que si el barril de crudo se ubica en torno a los 75 u 80 dólares “puede haber problemas” en shale oil y shale gas, aunque aún resta saber la magnitud de los costos en la codiciada formación, que hoy está en unos U$S18 millones, mientras que en Estados Unidos es de U$S10 millones, prácticamente la mitad.

Por eso Apud plantea que si se mantienen estos costos con este nivel de precios, los proyectos pueden complicarse. Por el contrario, un barril ubicado entre los 80 y 90 dólares los volvería atractivos, sostuvo.

El efecto en la región

LPO también consultó a especialistas acerca del efecto sobre países como Venezuela, Brasil o México.

En el primer caso, se verá perjudicada porque se trata de un país que se dedica a exportar crudo y necesita para equilibrar su presupuesto público que el fluido valga U$S110 el barril. Una situación atraviesa Rusia, potencia exportadora de ese combustible que requiere un precio de equilibrio entre U$S90 y U$S100.

En tanto, Brasil es otro que sufre con el retroceso en el valor del petróleo, ya que posee costos muy altos, sobre todo por la preponderancia de plataformas off-shore, y necesita un crudo a U$S90.

En cuanto a México, el interrogante está abierto a partir de la reforma de la Constitución que consiguió aprobar su presidente Peña Nieto para modernizar Pemex. A partir de ahora, inversores privados nacionales e internacionales podrán ingresar en el mercado, asociándose y compartiendo bajo diversos tipos de contratos la extracción, transformación y logística de los hidrocarburos junto a la compañía estatal, que ostentaba desde hace 76 años el monopolio en el mercado de la energía mexicana y venía mostrando retrocesos en su producción desde hace ocho años.

En esa línea, Miguel Tame, director general de Pemex Refinación, indicó que habrá una mejora en las pérdidas de la compañía por unos 2 mil millones de dólares con respecto a 2013. Y explicó que con la baja del precio del crudo, los costos para refinar disminuyen, aumentando así los márgenes de ganancias.

«No pienso que alcance con las suba en la cotización del dólar, ni el aumento en los márgenes de ganancia del negocio de la refinación para compensar la caída en los ingresos por exportación de crudo», explicó a LPO Roberto García-Solórzano, geólogo de petróleos y consultor de la industria de exploración y explotación de hidrocarburos.

“Es probable que con la reforma se extienda la producción de shale oil y shale gas. En la frontera, del lado de EEUU extraen a lo loco y del otro nada”, reflexionó Apud.