Bano Recycling: 40 años de innovación a medida en el reciclaje industrial
En un sector tan exigente y especializado como el de la gestión y valorización de residuos, pocas empresas pueden presumir de una trayectoria tan sólida y coherente como la de Bano Recycling, que este año 2025 celebra su 40º aniversario. Fundada en Italia por un emprendedor visionario, la compañía ha sabido trasladar el espíritu de resiliencia y creatividad al terreno de la ingeniería aplicada al reciclaje.

Bano cumple en 2025 sus primeros 40 años de historia. La compañía italiana ha aprovechado este aniversario para ampliar y modernizas sus instalaciones centrales.
Un sastre del reciclaje
La historia de Bano no es solo la de una empresa, sino la de una filosofía industrial muy concreta: desarrollar soluciones adaptadas a cada cliente como si de un traje a medida se tratara. “Conocemos los límites de los equipos en el mercado y nosotros —tal y como siempre hacemos cuando sacamos un producto al mercado— queremos dar a nuestros clientes una oportunidad diferente a lo que hubo hasta ahora”, explica la responsable comercial de proyectos de Bano, Laura Minotto, quien transmite los valores de la empresa —innovación, cercanía y compromiso con el cliente— a una narrativa coherente con las nuevas exigencias del mercado global.
Esa visión se materializa en productos de altísima calidad, fiabilidad y robustez, diseñados para superar los estándares técnicos más exigentes del mercado. Uno de sus últimos lanzamientos, el Ripper Frank, es un ejemplo paradigmático de este enfoque. Se trata de un pretriturador de doble eje —disponible en versión fija y móvil sobre orugas, en ambos casos con una masa de más de 85 toneladas de peso— que alcanza una productividad de hasta 40 toneladas por hora. Gracias a sus rotores asíncronos y su capacidad de generar un material de salida homogéneo —en su gran mayoría inferior a 300 mm—, mejora de forma notable la eficiencia del proceso de fragmentación, reduce el consumo eléctrico y alarga la vida útil de los componentes del propio pretriturador y de la fragmentadora.
Este modelo ya ha sido implantado con éxito en mercados tan exigentes como Estados Unidos, Canadá y España. En nuestro país lo ha hecho en las instalaciones del Grupo De Blas Recuperaciones en Leganés, Madrid, donde se ha comprobado desde el primer día la aportación de este equipo en términos de seguridad, productividad y sostenibilidad operativa.

Las nuevas instalaciones, de casi 20.000 m², cuentan con oficinas, área de ensamblaje, y almacén de repuestos (en la imagen) que se suman al centro de pruebas y a la factoría original.
Una empresa con arraigados valores
La dimensión técnica de Bano no puede entenderse sin su compromiso humano y social, que ha caracterizado la cultura empresarial desde sus inicios hasta este año, cuando se celebran los primeros cuarenta años de la empresa. “En 2025 Bano celebra su espíritu inspirador, que continúa presente, incluso de forma aún más vibrante en este momento”, señala Minotto. Una afirmación que cobra todo su sentido cuando se observa la estabilidad laboral dentro de la compañía: muchos de sus empleados llevan más de 20 años trabajando en la compañía, formando un equipo intergeneracional que combina experiencia y nuevas ideas.
La inauguración de unas nuevas instalaciones de casi 20.000 m² —con oficinas, área de ensamblaje, almacén de repuestos que se añaden al centro de pruebas y a las instalaciones productivas originales— representa una apuesta por el futuro sin renunciar al legado que la compañía ha atesorado en estas cuatro décadas de historia. Se trata de una moderna infraestructura que refuerza la capacidad productiva e innovadora de Bano y viene a complementar su sede histórica, ubicada a 40 minutos de Venecia.

Bano traslada la creatividad transalpina al terreno de la ingeniería aplicada al reciclaje priorizando la fiabilidad y un elevado y constante rendimiento.
Ingeniería de calidad aplicada al reciclaje
La misión de Bano se centra en proporcionar soluciones tecnológicas avanzadas para el tratamiento de residuos, siempre bajo criterios de sostenibilidad, eficiencia energética y personalización. Su historia es la de una empresa familiar que ha crecido apostando por la calidad, la innovación constante y una relación muy estrecha con sus clientes. Sus valores fundamentales son la pasión por el trabajo bien hecho, la búsqueda de soluciones únicas y un fuerte sentido ético y humano que impregna todas sus decisiones estratégicas.
En un sector donde muchas veces priman la estandarización y el corto plazo, Bano Recycling se mantiene como un referente europeo en calidad e ingeniería aplicada al reciclaje, honrando su historia y proyectándose hacia el futuro con la misma determinación con la que inició su actividad hace cuatro décadas.

Laura Minotto compagina en Bano dos cargos: es responsable comercial de proyectos y también de Comunicación y Marketing.
Grandes expectativas
Como se ha apuntado, el primer pretriturador de Bano instalado en España ya está prestando servicio en las instalaciones de Recuperaciones De Blas, uno de cuyos gerentes, Carlos De Blas —quien está al frente de la compañía junto a su hermano Elías— destaca la evolución protagonizada por la empresa madrileña desde sus inicios en el sector del reciclaje (en concreto en la recuperación de cartón) hasta consolidarse como una referencia en el reciclado de metales, actividad que inició en 1993. En estos más de treinta años, la compañía ha crecido hasta alcanzar una plantilla de 140 empleados y contar con unas instalaciones en Leganés de 165.000 metros cuadrados. Además, la empresa proyecta la apertura de una nueva planta en Pantoja (Toledo), que contará con una nave cubierta de 50.000 metros cuadrados y estará dotada con equipamiento más moderno.
Con respecto a la reciente adquisición del pretriturador de Bano, cerrada durante la feria IFAT 2024, De Blas subraya que la decisión se tomó principalmente por la excelente relación calidad-precio del equipo. Esta operación, liderada por su hermano Elías, está dando ya sus frutos.
Carlos De Blas explica que “en el mercado están disponibles otras máquinas con rendimientos similares, pero con un coste económico considerablemente más alto”. En este sentido, valora que el rendimiento ofrecido por el pretriturador responde con fidelidad a las altas expectativas establecidas por el fabricante.
Minotto explica que “la incorporación de nuestro pretriturador a la actividad de Recuperaciones De Blas se nota claramente desde el primer día de su puesta en marcha, puesto que enseguida se perciben claramente los beneficios que el equipo aporta al proceso: seguridad, ya que no se producen explosiones ni riesgos de incendios; el incremento de la capacidad productiva del fragmentador; una perceptible disminución del consumo eléctrico, que se suma al hecho de que ya no se producen picos de demanda eléctrica; y una mayor vida útil de los consumibles”.

Los productos Bano se caracterizan por su fiabilidad y robustez. Están diseñados para superar los estándares técnicos más exigentes del mercado. Uno de sus últimos lanzamientos, el Ripper Frank, es un ejemplo de este enfoque.
Ventajas en múltiples áreas
La incorporación de este equipo ha supuesto mejoras operativas significativas, prosigue De Blas. Así, el pretriturador permite preparar de forma más adecuada los materiales antes de su paso a la fragmentadora, lo que evita esfuerzos innecesarios en esta última y contribuye a alargar su vida útil. Asimismo, se ha registrado un aumento del 20% en la velocidad de tratamiento, lo que repercute directamente en una mayor productividad, una reducción del consumo energético y un menor desgaste de los componentes.
Elisardo Fernández, encargado general de Recuperaciones De Blas, también valora muy positivamente la calidad del nuevo pretriturador suministrado por Bano y lo describe como “una mejora determinante en la eficiencia y seguridad del tratamiento de residuos en la planta”. En este sentido, la incorporación de esta máquina permite eliminar el riesgo de que un recipiente cerrado llegue a la fragmentadora, lo que reduce significativamente la posibilidad de que se produzcan averías graves en ella.
Otra ventaja aportada por la máquina del fabricante italiano es que la fragmentadora ha aumentado su rendimiento entre tres y cinco toneladas por hora, optimizando notablemente el flujo de trabajo diario. En este sentido, el encargado general de la planta de la compañía madrileña considera que todavía se producirán más ahorros potenciales aportados con el nuevo pretriturador italiano: “Por lo que respecta a los repuestos, creo que —gracias a que el desgaste de la fragmentadora no será muy grande— se notará un ahorro en placas y otros componentes”.
En conversación telefónica, Fernández destaca que el pretriturador suministrado por la firma transalpina es idóneo para alimentar la fragmentadora actual de la planta, capaz de procesar hasta 20 toneladas de material por hora. A su juicio, la configuración y la robustez del equipo italiano están perfectamente alineadas con las necesidades de su operativa diaria.
El pretriturador Ripper Frank de Bano, diseñado específicamente para tareas intensivas de pretrituración de vehículos y residuos voluminosos, ha demostrado adaptarse con eficacia a las exigencias de la compañía. Equipado con un sistema de control automático y una estructura reforzada, permite una trituración precisa y segura, evitando proyecciones peligrosas y facilitando un flujo homogéneo hacia las etapas posteriores del proceso.